Nos hemos hecho pequeños para llegar al fondo de la madriguera de conejos 🐇🐇🐇🐇 y descubrir el mágico misterio de la fotocatálisis. 🐰

En el primer artículo os comentábamos el proceso de abundante producción de hidroxilos resultante de la reacción fotocatalítica; que constituían el principal factor para producir la degradación de contaminantes en suspensión en el ambiente susceptibles de hacer contacto con la superficie tratada con los recubrimientos FNNANO.

Haciendo memoria 🧠; Os recordamos brevemente que la luz UV-A impulsa un electrón hacia la banda interna de conducción en las moléculas de TiO2 expuestas en la superficie, dejando así un hueco en la banda de valencia; el cual capta un hidroxilo de una molécula de agua del aire, que gira hasta chocar con una molécula orgánica, rompiendo sus enlaces de carbono-hidrógeno; Generando una reacción de oxidación que acaba en moléculas de agua y dióxido de carbono, purificando el aire de contaminantes.

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Pero… ¿Qué pasa cuando el índice de humedad ambiental relativa está en niveles bajos y no hay abundancia de moléculas de agua para convertirse en hidroxilos OH? 🙄 🤔 😐

Se podría pensar que la capacidad oxidativa de la superficie se puede ver mermada… Pero no va a ser este el caso. 😉 😊

Resulta que el hueco dejado por el electrón en la capa de valencia tiene una potencia oxidativa 💪 diez veces mayor que un OH;

¿¿¿¿¿¿🕵‍♂️???? ??

…produciendo cierto nanovoltaje ⚡ medible, que resulta más efectivo que los hidroxilos a la hora de degradar elementos mucho mayores de tamaño que las moléculas de los compuestos orgánicos volátiles que flotan sueltas por el aire; como pueden ser virus, bacterias e incluso ácaros. 🕷 🔬

Os invitamos a conocer un poco más acerca de nuestros productos en la siguiente presentación…

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Muchas Gracias por vuestra atención…